Pero habiendo venido Cristo sumo sacerdote de los bienes venideros, por un tabernáculo mayor y más perfecto, no hecho de manos, es decir, no de este edificio;

Ver. 11. De las cosas buenas por venir ] es decir, de los espirituales que se esperaban como cosas por venir, cuando Cristo vino con una cornucopia, un cuerno de salvación en su banda. Los latinos llaman a las cosas prósperas Res secundas, cosas por venir.

Un tabernáculo más perfecto ] es decir, su naturaleza humana, no hecha por manos, ni de este edificio, es decir, no por el poder de la naturaleza, por el curso ordinario de la generación.

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