Verso 37. Estos hombres - no son ni ladrones de iglesias... ιρεσυλους; saqueadores de lugares sagrados. Como su propósito era evidentemente apaciguar y conciliar al pueblo, se fijó primero en un hecho incontrovertible: Estos hombres no han saqueado vuestros templos; ni hay evidencia de que hayan siquiera blasfemado a vuestra diosa. Los apóstoles actuaron como deberían hacerlo los hombres prudentes: se esforzaron por iluminar las mentes de la multitud, para que la absurdidad de sus graves errores fuera más evidente; pues, cuando conocieran la verdad, era probable que abandonaran de inmediato una falsedad tan flagrante.

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