Verso Juan 10:4. Él va delante de ellos... La sexta característica de un verdadero pastor es que les da un buen ejemplo: no sólo predica, sino que vive la verdad del Evangelio; se adentra en las profundidades de la salvación de Dios; y, habiendo explorado así el camino, sabe cómo conducir a los que le han sido confiados a la plenitud de las bendiciones del Evangelio de la paz. El que no se esfuerza por realizar en su propia alma las verdades que predica a los demás, pronto será como la sal sin su sabor; su predicación no puede ir acompañada de esa unción que es la única que puede hacerla aceptable y provechosa para aquellos cuyos corazones están bien con Dios. Al ministro que se encuentra en este estado de salvación le seguirán las ovejas, los auténticos cristianos, porque conocen su voz. Era costumbre en los países orientales que el pastor fuera a la cabeza de sus ovejas, y ellas lo seguían de pasto en pasto. He visto muchos cientos de ovejas siguiendo así a su pastor en las extensas praderas del oeste de Inglaterra.

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