Versículo 52. Y no solo por esa nación...   Estas palabras, y las que preceden en Juan 11:51, son la explicación de Juan de lo que fue profético en las palabras de Caifás: como si Juan hubiera dicho: Ciertamente ha de morir por los pecados de la nación judía, pero no sólo por los suyos, sino por los de todo el mundo: véanse sus propias palabras después, 1 Juan 2:1.

Reunir en uno... Para reunir en un solo cuerpo-una sola Iglesia los creyentes judíos y gentiles.

Los hijos de Dios que estaban dispersos... Probablemente Juan sólo se refería a los judíos que estaban dispersos entre todas las naciones desde la conquista de Judea por los romanos; y a éstos se les llama los dispersos, Juan 7:35 y Santiago 1:1;y es porque se refiere sólo a éstos, que los denomina aquí, los hijos de Dios, que era un carácter antiguo del pueblo judío: véase Deuteronomio 32:5; Isaías 43:6; Isaías 45:11; Jeremias 32:1. Tomando sus palabras en este sentido, su significado es el siguiente: que Cristo iba a morir, no sólo por los habitantes de Judea de entonces, sino por toda la raza judía dondequiera que estuviera dispersa; y que la consecuencia sería que todos se reunirían de sus diversas dispersiones, y formarían un solo cuerpo. Esto concuerda con las predicciones de San Pablo: Romanos 11:1. Este es probablemente el sentido del pasaje; y aunque, de acuerdo con esta interpretación, el apóstol puede parecer que limita los beneficios de la muerte de Cristo sólo al pueblo judío, sin embargo, encontramos en el pasaje ya citado de su primera epístola, que sus puntos de vista sobre este tema se ampliaron posteriormente; y que vio que Jesucristo no sólo era una propiciación por sus pecados (los judíos), sino por los pecados de todo el mundo: véase su primera epístola, cap. 2. ver. 2. 1 Juan 2:2 Todas las verdades del Evangelio no fueron reveladas a la vez, ni siquiera a los propios apóstoles.

 

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