Verso Juan 21:22. Si quiero que se quede hasta que yo venga... Hay varias opiniones al respecto, las principales son las siguientes:

1. Algunos han concluido a partir de estas palabras que Juan no debía morir nunca. Muchos hombres eminentes, antiguos y modernos, han sido y son de esta opinión.

2. Otros pensaron que nuestro Señor dio a entender que Juan viviría hasta que Cristo viniera a juzgar y destruir Jerusalén. Sobre esta opinión se observa que Pedro, que era el más anciano de los apóstoles, murió en el año 67, lo cual, dice Calmet, fue seis años antes de la destrucción de Jerusalén; y que Juan sobrevivió a la ruina de esa ciudad unos treinta años, siendo el único de los doce que estaba vivo cuando tuvo lugar la citada desolación.

3. San Agustín, Bede y otros, entendieron el pasaje así: Si quiero que se quede hasta que yo venga y  lo lleve por muerte natural, ¿qué te importa? sígueme hasta tu crucifixión. Sobre esto se puede observar, que toda la antigüedad está de acuerdo en que Juan, si murió, fue el único discípulo que fue llevado por una muerte natural.

4. Otros imaginan que nuestro Señor se estaba llevando a Pedro aparte para hablarle algo en privado, y que Pedro, al ver que Juan lo seguía, deseaba saber si debía ir con ellos; y que la respuesta de nuestro Señor decía que Juan debía permanecer en ese lugar hasta que Cristo y Pedro volvieran a él; y a este sentido del pasaje se inclinan muchos críticos eminentes. Durante mil ochocientos años, los más grandes hombres del mundo han estado desconcertados con este pasaje. Me parece intolerable intentar decidir, cuando tantos eminentes doctores han estado en desacuerdo, y todavía lo están. Me inclino más bien por la cuarta opinión. Véase la conclusión del Prefacio de este Evangelio.

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