Jesús le dice: “Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿qué te importa? Sígueme ".

Jesús le dijo a Pedro que lo que les sucedería a los demás no era de su incumbencia. Debe concentrarse en seguir a Jesús, no mirar el futuro de los demás. Sus vidas estaban bajo el control de Dios. Aquí está la firme indicación de que Jesús controla el destino de los suyos. Si Jesús quiere que Juan permanezca vivo hasta su regreso, eso es asunto de Jesús, no de Pedro. No debe sobreponerse a sí mismo.

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