(16) Porque también es necesario que haya herejías entre vosotros, para que se manifiesten entre vosotros las aprobadas.

(16) Aunque los cismas y las herejías proceden del diablo y son malos, sin embargo, no vienen por casualidad ni sin causa, y se vuelven en beneficio de los elegidos.

(f) A quien la experiencia le ha enseñado a ser de sana religión y piedad.

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