(6) Por tanto, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará los consejos de los corazones; y entonces cada uno tendrá (d) la alabanza de Dios.

(6) Un tercer motivo procede de una conclusión, por así decirlo, de los primeros motivos. Es el oficio de Dios estimar a cada hombre según su valor, porque conoce los secretos del corazón, que la mayoría de los hombres ignoran. Por tanto, este juicio no te pertenece.

(d) Uno no puede ser alabado por encima de los demás, sin que se culpe a los demás: y menciona alabanza más que falta de alabanza, porque el comienzo de esta disputa fue este, que dieron a algunos hombres más de lo que correspondía.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad