Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, (2) para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente [es] con el Padre y con su Hijo Jesucristo.

(2) El uso de esta doctrina es este, que todos, unidos y unidos a Cristo por la fe, podamos llegar a ser hijos de Dios: en lo cual sólo consiste toda verdadera felicidad.

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