¡Montañas de Gilboa! No caiga sobre vosotros rocío, ni lluvia sobre vosotros, ni campos de ofrendas; porque allí es vilmente arrojado el escudo de los valientes, el escudo de Saúl, [ como si no hubiera sido ungido con aceite.

(i) Que sus campos fértiles sean estériles y no den fruto para ofrecer al Señor.

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