Y (2) miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y se le dio una corona, y salió conquistando y conquistando.

(2) La primera señal, junto con una declaración, es que a causa de los pecados y la horrible rebelión del mundo, Dios invadirá el mundo: y en primer lugar, repentina, poderosa y gloriosamente, como con flechas de pestilencia de a distancia, vence al mismo que Juez, y triunfa sobre él como vencedor.

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