(10) Y tú, que alguna vez fuiste alienado y enemigo en [tu] mente por obras inicuas, ahora (o) él se ha reconciliado

(10) La santificación es otra obra de Dios en nosotros por Cristo, en el sentido de que nos restauró (a quienes odiaban a Dios en extremo y estábamos total y voluntariamente entregados al pecado) a su misericordioso favor de tal manera que además nos purifica con su Espíritu Santo, y nos consagra a la justicia.

(o) El Hijo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad