(12) Pero que nadie es justificado por la ley ante los ojos de Dios, [es] evidente: porque, el justo por la fe vivirá.

(12) La segunda proposición con la conclusión: pero nadie cumple la Ley. Por tanto, la conclusión es que nadie es justificado por la ley, o que malditos son todos los que buscan la justicia por las obras de la ley. Y se agrega también esta forma de prueba de la segunda proposición, es decir, la justicia y la vida se atribuyen a la fe. Por tanto, nadie cumple la ley.

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