Porque (1) la ley, que tiene una sombra de cosas buenas por (a) venir, [y] no la imagen misma de las cosas, nunca podrá con esos sacrificios que ofrecieron año tras año hacer perfectos continuamente a quienes las practican.

(1) Evita una objeción privada. Entonces, ¿por qué se ofrecieron esos sacrificios? El apóstol responde, en primer lugar, con respecto al sacrificio anual, que era el más solemne de todos, en el que (dice) se recordaba cada año de nuevo todos los pecados anteriores. Por tanto, ese sacrificio no tenía poder para santificar; porque, ¿con qué propósito se deben volver a repetir los pecados que se purifican, y por qué se repiten nuevos pecados cada año, si esos sacrificios abolieron el pecado?

(a) De las cosas eternas, que fueron prometidas a los padres y manifestadas en Cristo.

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