(3) Por tanto, hermanos, busquen entre ustedes siete hombres de informe honrado, llenos del Espíritu Santo y sabiduría, a quienes podamos nombrar para este negocio.

(3) Al elegir a los diáconos (y mucho más al elegir a los ministros) debe haber un examen tanto de su aprendizaje como de sus modales de vida.

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