(14) Es el (x) espíritu el que da vida; la carne para nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

(14) Por tanto, la carne de Cristo nos da vida, porque el hombre es Dios; y este misterio sólo se comprende por la fe, que es el don de Dios, que se encuentra sólo en los elegidos.

(x) Espíritu, es decir, ese poder que fluye de la Deidad hace que la carne de Cristo (que de otra manera no es más que carne) viva en sí misma y nos dé vida.

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