Es el espíritu que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado, son espíritu, y son vida.

Es el Espíritu que da vida; la carne para nada aprovecha. Gran parte de su discurso había sido sobre la "carne"; pero la carne como tal, la mera carne, y todas las nociones religiosas que se originan en la carne, de nada podrían aprovechar, y mucho menos impartir esa vida que el Espíritu Santo comunica al alma.

Las palabras que os hablo - más bien, 'he hablado' [porque lelaleeka ( G2980 ) es la lectura preferible].

Son espíritu y son vida : todo el contenido de este discurso era "espíritu", no mera carne, y "vida" en su sentido más elevado, no en uno inferior; y las palabras que empleé debían interpretarse únicamente en ese sentido.

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