(4) Cualquiera, pues, que quebrantare uno de estos mandamientos más pequeños, y así lo enseñe a los hombres, será llamado el más pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los haga y los enseñe, será llamado grande en el reino de los cielos.

(4) Él comienza con la verdadera exposición de la Ley, y la contrapone a las antiguas (pero falsas) enseñanzas de los escribas: de ninguna manera está aboliendo el menor mandamiento de su Padre.

(h) No tendrá lugar en la Iglesia.

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