Porque si Dios no perdonó a las (u) ramas naturales, [mira] no sea que él tampoco te perdone a ti.

(u) Los llama naturales, no porque tuvieran santidad por naturaleza, sino porque nacieron de aquellos a quienes el Señor apartó para sí de otras naciones, por su alianza y pacto que libremente hizo con ellos.

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