Al (1) que es débil en la fe (a) recibid, [pero] no a (b) disputas dudosas.

(1) Ahora nos muestra cómo debemos comportarnos con nuestros hermanos en asuntos y cosas indiferentes, que ofenden en el uso de ellos no por malicia o superstición condenable, sino por falta de conocimiento del beneficio de Cristo. Y así enseña que deben ser instruidos con dulzura y paciencia, para que nos dediquemos a su ignorancia en tales asuntos de acuerdo con la regla de la caridad.

(a) No por un asunto o cosa que sea indiferente, y lo que pueda hacer o no hacer, evite su compañía, sino llévelo con usted.

(b) Hacer que, con tus disputas dudosas e inciertas, se vaya con más dudas de las que vino, o que regrese con la conciencia turbada.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad