(8) Manteniendo firme la palabra fiel como se le ha enseñado, (9) para que pueda, por la sana doctrina, exhortar y convencer a los que contradicen.

(8) La tercera amonestación: el pastor debe aferrarse a la doctrina que los apóstoles entregaron y que se refiere a la salvación, dejando atrás todos los asuntos curiosos y vanos. (9) La cuarta amonestación: aplicar el conocimiento de la verdadera doctrina al uso, que consiste en dos cosas, es decir, en gobernar a los que se muestran capaces de aprender y en refutar a los obstinados.

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