CONTENIDO

El Apóstol se dirige muy afectuosamente a Filemón, con el tema de recibir de vuelta a su Siervo Onésimo y perdonarle todos los Errores. Abre su Epístola, con su habitual Saludo de Gracia y Paz; y cierra con lo mismo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad