REFLEXIONES

¡Lector! observe el saludo del Apóstol, dirigido a los hermanos, y vea si tiene un interés personal en él. ¿Puedes considerarlo todo gozo cuando caes en diversas tentaciones? ¡Todavía! Si es así, por medio de la regeneración conoces al Señor, y de ahí puedes descubrir el amor y el favor de Dios, en la designación de ejercicios. A todo hijo de Dios, renovado por la gracia, las pruebas, cuyo resultado nunca puede ser finalmente dudoso, siempre traerá gozo, cuando la paciencia tiene su obra perfecta, en la perfección de Jesús.

En Él, y sólo en Él, la Iglesia puede encontrarse perfecta y entera, y sin nada. Y cuando se le enseñen estas cosas preciosas, todo hijo de Dios encontrará diariamente su falta de sabiduría y, como todos los días, será inducido a buscar sus provisiones en Él y en Él; en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento. Sí, y con fe, y sin duda y vacilante, el hijo de Dios lo buscará en Jesús y en Jesús. Y ¡oh! ¡Cuán verdaderamente bienaventurado es ese hijo de Dios que, al ser probado, toma toda su confianza en Cristo!

¡Gran Padre de la luz! ¡Bendito sea por siempre tu glorioso Nombre, por ese don bueno y perfecto, que comprende todos los demás, tu amado Hijo! Y bendito seas, oh Señor, que tus dones y llamamientos sean sin arrepentimiento. Tu voluntad, y no nuestro propósito; Tu gracia, y no nuestros merecimientos, son las únicas normas de tu amor y favor. ¡Oh! la bienaventuranza de esa única escritura, que tiene más valor que un millón de mundos; ¡Por su propia voluntad, nos engendró con la palabra de verdad! ¡Señor! escríbalo en la tabla viviente de mi corazón, para el uso diario y la alegría de cada momento.

¡Precioso Jesús! Sé tú la perfecta ley de la libertad para mi pobre alma, para mirarla, como en un espejo, de día en día. ¡Oh! por una bendita conformidad a la imagen de mi Señor; en todas las cosas! Que Dios Espíritu Santo, tome así de las cosas de Jesús, y muéstrame, para que ahora por la fe, pueda ver cada día tu rostro en justicia; y dentro de poco estarás satisfecho a la vista, cuando despierte a tu semejanza.

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