• Hebreos 10:8

    Habiendo dicho arriba: Sacrificios y ofrendas, holocaustos y sacrificios por el pecado no quisiste ni te agradaron (cosas que se ofrecen según la ley),

  • Hebreos 10:9

    luego dijo: ¡Heme aquí para hacer tu voluntad! Él quita lo primero para establecer lo segundo.

  • Hebreos 10:10

    Es en esa voluntad que somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.

  • Hebreos 10:11

    Todo sacerdote se ha presentado, día tras día, para servir en el culto y ofrecer muchas veces los mismos sacrificios que nunca pueden quitar los pecados.

  • Hebreos 10:12

    Pero este, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados, se sentó para siempre a la diestra de Dios,

  • Hebreos 10:13

    esperando de allí en adelante hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies.

  • Hebreos 10:14

    Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los santificados.

  • Hebreos 10:15

    También el Espíritu Santo nos da testimonio, porque después de haber dicho:

  • Hebreos 10:16

    “Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días”, dice el Señor; “pondré mis leyes en su corazón, y en su mente las inscribiré”,

  • Hebreos 10:17

    él añade: “de los pecados e iniquidades de ellos nunca más me acordaré”.

  • Hebreos 10:18

    Pues donde hay perdón de pecados no hay más ofrenda por el pecado.

  • Hebreos 10:19

    Así que, hermanos, teniendo plena confianza para entrar al lugar santísimo por la sangre de Jesús,

  • Hebreos 10:20

    por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo (es decir, su cuerpo),

  • Hebreos 10:21

    y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,

  • Hebreos 10:22

    acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.

  • Hebreos 10:23

    Retengamos firme la confesión de la esperanza sin vacilación porque fiel es el que lo ha prometido.

  • Hebreos 10:24

    Considerémonos los unos a los otros para estimularnos al amor y a las buenas obras.

  • Hebreos 10:25

    No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; más bien, exhortémonos, y con mayor razón cuando vemos que el día se acerca.

  • Hebreos 10:26

    Porque si pecamos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado

  • Hebreos 10:27

    sino una horrenda expectativa de juicio y de fuego ardiente que ha de devorar a los adversarios.

  • Hebreos 10:28

    El que ha desechado la ley de Moisés ha de morir sin compasión por el testimonio de dos o tres testigos.

  • Hebreos 10:29

    ¿Cuánto mayor castigo piensan que merecerá el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha considerado de poca importancia la sangre del pacto por la cual fue santificado y que ha ultrajado al Espíritu de gracia?

  • Hebreos 10:30

    Porque conocemos al que ha dicho: “Mía es la venganza; yo daré la retribución”. Y otra vez: “El Señor juzgará a su pueblo”.

  • Hebreos 10:31

    ¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!

  • Hebreos 10:32

    Traigan a la memoria los días del pasado en los cuales, después de haber sido iluminados, soportaron gran conflicto y aflicciones.

  • Hebreos 10:33

    Por una parte, fueron hechos espectáculo público con reproches y tribulaciones. Por otra parte, fueron hechos compañeros de los que han estado en tal situación.

  • Hebreos 10:34

    También se compadecieron de los presos y con gozo padecieron al ser despojados de sus bienes, sabiendo que ustedes mismos tienen una posesión superior y perdurable.

  • Hebreos 10:35

    No desechen, pues, su confianza, la cual tiene una gran recompensa.

  • Hebreos 10:36

    Porque les es necesaria la perseverancia para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengan lo prometido;

  • Hebreos 10:37

    porque: Aún un poco, en un poco más el que ha de venir vendrá y no tardará.

  • Hebreos 10:38

    Pero mi justo vivirá por fe; y si se vuelve atrás, no agradará a mi alma.

  • Hebreos 10:39

    Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás para perdición sino de los que tienen fe para la preservación del alma.

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