• Isaías 48:4

    Porque sé que eres duro, que tu cuello es como un tendón de hierro, y tu frente de bronce.

  • Isaías 48:5

    Por eso te lo declaré desde entonces; antes que sucediera te lo anuncié, no sea que digas: ‘Mi ídolo las hizo; mi imagen tallada y mi imagen de fundición ordenaron estas cosas’.

  • Isaías 48:6

    Tú lo has oído; considéralo todo. ¿Acaso no dirás que es verdad? Desde ahora te hago oír cosas nuevas, y cosas ocultas que tú no sabes.

  • Isaías 48:7

    Hoy han sido creadas, y no en el pasado. No habías oído de ellas antes de este día, para que no digas: ‘He aquí que yo lo sabía’.

  • Isaías 48:8

    Ni tú habías oído de ellas ni nunca las habías conocido. Tampoco fue abierto desde entonces tu oído, porque yo sabía que ciertamente me traicionarías; por tanto, desde el vientre se te ha llamado rebelde.

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