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Responde al necio según su insensatez, para que no se estime sabio en su propia opinión.
             
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Se corta los pies y bebe violencia el que envía recado por medio de un necio.
             
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Como las piernas del cojo que cuelgan inútiles, es el proverbio en la boca de los necios.
             
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Como atar una piedra a la honda, así es dar honor al necio.
             
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Como espina que penetra en la mano del borracho, es el proverbio en la boca de los necios.
             
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Como el arquero que hiere a todos, es el que contrata a necios y vagabundos.
             
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Como perro que vuelve a su vómito así es el necio que repite su insensatez.
             
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¿Has visto a un hombre sabio en su propia opinión? ¡Más esperanza hay del necio que de él!
             
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Dice el perezoso: “¡Hay un león en el camino! ¡Hay un león en medio de las calles!”.
             
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Como las puertas giran sobre sus bisagras, así también el perezoso en su cama.
             
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El perezoso hunde su mano en el plato y se cansa de volverla a su boca.
             
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El perezoso es más sabio en su opinión que siete que responden con discreción.
             
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El que se entremete en pleito ajeno es como el que agarra de las orejas a un perro que pasa.
             
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Como el que enloquece y arroja dardos y flechas de muerte,
             
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así es el hombre que defrauda a su amigo y dice: “¿Acaso no estaba yo bromeando?”.
             
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Sin leña se apaga el fuego; y donde no hay chismoso cesa la contienda.