• Salmo 78:61

    Entregó su poderío a la cautividad, y su gloria en manos del enemigo.

  • Salmo 78:62

    También entregó su pueblo a la espada; se airó contra su posesión.

  • Salmo 78:63

    El fuego devoró a sus jóvenes; sus vírgenes no fueron alabadas.

  • Salmo 78:64

    Sus sacerdotes cayeron a espada, y sus viudas no hicieron lamentación.

  • Salmo 78:65

    Entonces se despertó el Señor, a la manera del que duerme, como un guerrero que grita dominado por el vino.

  • Salmo 78:66

    E hirió a sus enemigos haciéndolos retroceder, y los puso como afrenta perpetua.

  • Salmo 78:67

    Desechó la tienda de José; no escogió a la tribu de Efraín.

Continúa después de la publicidad