Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.

En Adán todo - en unión de la naturaleza con Adán, la cabeza representativa de la humanidad en su caída.

En Cristo estarán todos - en unión de la naturaleza con Cristo, la cabeza representativa de la humanidad en su recuperación. La semilla de vida traída por Cristo es coextensiva con la semilla de muerte traída por Adán. Todos pecaron en Adán; todos resucitan en Cristo.

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