Ezequiel 3:20

Y cuando el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá; por cuanto tú no le amonestaste, en su pecado morirá, y su justicia que hizo no le será recordada; mas demandaré su sangre de tu mano.

Cuando un justo se aparta de su justicia, no uno "justo" en cuanto a la raíz y el espíritu de la regeneración (pues tal hombre no será "abandonado del todo" por el Espíritu de Dios, ya que es "obra de las manos de Dios", quien por lo tanto le guardará de ser "dañado" duraderamente por Satanás), sino en cuanto a su apariencia externa y sus actuaciones. El atalaya sólo puede juzgar por las apariencias, y no puede saber, excepto por su perseverancia final, quién es realmente el pueblo de Dios. Así los "justos". Se requiere que el ministro guíe a los impíos hacia el bien, así como que confirme a los bien dispuestos en su deber.

Y cometer iniquidad - es decir, entregarse por completo a ella  ( 1 Juan 3:8 ); porque aun los mejores caen a menudo, pero no voluntaria y habitualmente.

Y pongo tropiezo delante de él. No es que Dios tiente a pecar  ( Santiago 1:13 ), sino que Dios entrega a los hombres a la ceguera judicial, y a sus propias corrupciones ( Salmo 9:16 ; Salmo 94:1 ), cuando "no quieren retener a Dios en su conocimiento"; así como, por el contrario, Dios hace "llano el camino de los justos", para que "no tropiecen",  ( Proverbios 4:11 ;).Calvino refiere "tropiezo" no a la culpa, sino a su castigo: 'Yo traigo la ruina sobre él'. Lo primero es lo mejor. Acab, después de una especie de rectitud, recayó, y consultó a espíritus mentirosos en boca de sus falsos profetas; así que Dios permitió que uno de éstos fuera su "tropiezo" tanto en el pecado de ir a la batalla con el rey sirio en Ramot de Galaad como en su castigo correspondiente al ser asesinado allí.

Su sangre demandaré de tu mano - ( "Velan por vuestras almas como quienes han de dar cuenta").