Y su palabra no permanece en vosotros; porque al que él envió, no creéis.

Y no tenéis su palabra morando en vosotros , pasando ahora del Testigo al testimonio dado por el Padre en "los oráculos vivientes": ambos eran igualmente extraños a sus pechos, como se evidencia al rechazar a aquel a quien todo aquello se dio testimonio.

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