"Mirad y ved si hay dolor como el mío, que Jehová me ha infligido en el día de su furor. Este es el patético llamamiento de Jerusalén no solo a sus vecinos, sino incluso a los forasteros que pasan por allí, pues su dolor es tal que debería excitar la compasión incluso de aquellos que no tienen relación con ella. Aquí, ella prefigura a Cristo, a quien el lenguaje se adapta proféticamente más que a Jerusalén. Esto se puede comparar con el uso del nombre "Israel" para el Mesías. En cuanto a Jerusalén, Maurer, a partir del modismo árabe, traduce: '¿No seguís vuestro camino?' en lugar de '¿No os importa nada?' La versión inglesa es más sencilla."

[Mem (m)]

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