Pedid, y se os dará; Busca y encontrarás; llamad, y se os abrirá:

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Aunque evidentemente parece haber un clímax aquí, que expresa cada vez más la importancia, sin embargo, cada uno de estos términos usados ​​presenta lo que deseamos de Dios bajo una luz diferente. Pedimos lo que deseamos; buscamos lo que extrañamos; llamamos a aquello de lo que nos sentimos excluidos. Responder a esta triple representación es la triple garantía de éxito de nuestros esfuerzos creyentes.

'Pero ¡ah!' podría algún humilde discípulo decir: 'No puedo persuadirme a mí mismo de que tengo algún interés con Dios'. Para hacer frente a esto, nuestro Señor repite la triple seguridad que acababa de dar, pero de tal forma que silencie cada una de esas quejas.

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