El que no la da, mejor. Y más bienaventurada será, si permanece así, según mi consejo. Es muy extraño si alguien, que lee este capítulo sin prejuicios, no ve claramente que san Pablo aconseja y prefiere el estado de virginidad al de matrimonio. --- Creo que yo también tengo el espíritu de Dios. Les recuerda, con esta modesta manera de hablar, aquello de lo que no pueden dudar, como a un apóstol tan grande.

(Witham) --- Es digno de nuestra atención, que San Pablo en cada ocasión evita la más mínima apariencia de vanidad, y con frecuencia cuando da su propia opinión, nos da solo una indirecta, esperando que nosotros proveamos el resto. De la modestia de este apóstol en este particular, tenemos muchos ejemplos en sus escritos, como en el vers. 26. "Pienso, por tanto, que esto es bueno"; y lo mismo en el cap. iv. ver. 9. "Porque yo creo que Dios". (Estius)

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