Sed todos de una sola mente. Estas instrucciones no son solo para el esposo y la esposa, sino para todos, a quienes en general se recomiendan estas virtudes. Y el deber de cada uno está comprendido en estas pocas palabras del Salmo xxxiii. "Apártate del mal y haz el bien ... Los ojos del Señor están sobre los justos ... Pero el rostro del Señor está contra los que hacen lo malo", etc. Nada puede lastimarte, y no debes temer a las amenazas, ni a los terrores, si con celo sigues y te adhieres a lo que es bueno. (Witham)

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