Por el dolor, etc. Dolor por la pérdida de bienes temporales, como amigos, riquezas, honores, etc. no produce buenos efectos; pero al contrario, arruina la constitución, excitando en el alma emociones de ira, murmuración, venganza y melancolía inquietante. Además, delata un apego desmesurado a las criaturas. Pero el dolor por nuestros propios pecados y los de los demás, sufrimientos que sufrimos para la gloria de Dios, obra penitencia para salvación, de la cual nunca nos arrepentiremos.

Porque las lágrimas derramadas en oración a Dios son más dulces, dice San Agustín, (Salmo cxxvii.) Que cualquier placer que pueda obtenerse del escenario, etc. Las lágrimas de los santos son como vino dulce, que embriagan a los que aman a Dios. (San Agustín, Salmo lxxxiii.) --- La contrición, o un profundo dolor por el pecado, y no la fe sola, como algunos pretenden, es esencial para la salvación.

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