Pero el fundamento seguro de Dios y de la fe cristiana permanece firme, aunque algunos caigan de él, y permanecerá hasta el fin del mundo, la Iglesia edificada sobre una roca y sobre las promesas de Cristo, que no pueden fallar. Teniendo este sello: el Señor sabe quiénes son suyos. Las palabras se aplican a partir de Números xvi. 5. El sentido es que la fe y la Iglesia de Cristo no pueden fallar, porque Dios ha decretado y prometido permanecer con su Iglesia, y especialmente para proteger a sus elegidos, hasta el fin del mundo.

Conocer los suyos, aquí no es sólo tener un conocimiento, sino que va acompañado de un amor y una protección singular sobre ellos, con las gracias que los harán perseverar hasta el final. --- Y todo aquel que nombra (o invoca) el nombre del Señor, apártese de la iniquidad. Varios entienden estas palabras, que son similares a las de Números xvi. 26. apartarse de las tiendas de estos hombres malvados, para ser como un segundo sello, o parte del sello del firme decreto de Dios, en la medida en que los elegidos por su gracia, o cuando sean impedidos y asistidos por su gracia, apartaos siempre de la iniquidad; permanecerá firme en la fe y en la práctica de las buenas obras: para que esto sea más bien un efecto del sello anterior, i.

mi. del decreto de Dios para proteger a sus elegidos, que un sello diferente. (Witham) --- Cualesquiera que sean los efectos que el infierno pueda hacer por sus agentes, el edificio eterno, del cual los elegidos son piedras vivas, es inamovible, ya que está fundado en el decreto inmutable de la elección divina, y en los medios eficaces e infalibles, que separan los hijos del impío Adán, para traerlos y unirlos a Jesucristo.

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