Suéltalo y déjalo ir. Cristo, dice San Gregorio, al dar estas órdenes a sus apóstoles, muestra que pertenece a sus ministros soltar y absolver a los pecadores, cuando son movidos al arrepentimiento, aunque es Dios mismo quien perdona sus pecados; y ellos solo por su autoridad. (Witham) --- Lázaro sale atado del sepulcro, para que no se le considere un fantasma; y que los transeúntes pudieran soltarlo ellos mismos, y que tocándolo y acercándose a él, supieran con certeza que era él.

(San Juan Crisóstomo, hom. Lxiii. En Juana.) --- San Cirilo y San Agustín aducen este versículo para mostrar el poder de los sacerdotes para absolver a los pecadores. Ver San Cirilo, lib. vii. último cap. en Joan. y San Agustín, tratado. 49. en Joan.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad