Anna, una profetisa. Ella fue otro testigo de que Jesús era el Mesías, venerable por su edad y más por su piedad. --- Y había vivido con su marido siete años desde su virginidad; Es decir, había sido esposa por siete años; y desde la muerte de su esposo, había quedado siempre viuda: ahora tenía 84 años: quien no se apartaba del templo, sino que estaba allí constantemente en los momentos de oración, con ayunos y oraciones, sirviendo a Dios día y noche. (Witham)

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