Porque viendo no ven, etc. es decir, no ven como podrían y deberían hacer, cerrando los ojos contra las luces que se les han dado. --- Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, etc. Este pasaje, por el cual se ordenó al profeta Isaías (vi. 9.) predecir la obstinada ceguera de los judíos, al negarse a recibir y creer en su Mesías, se cita seis veces en el Nuevo Testamento; a saber, aquí en St.

Mateo, también Marcos iv. 14, Lucas viii. 10, Juan XII. 40, Hechos xxviii. 26, y Romanos xi. 8. En todos estos lugares debemos aborrecer la falsa interpretación de quienes, no sin herejía y blasfemia, quisieran que Dios sea el autor y causa del pecado. Cuando se dice, (Isaías vi. 9.) ciega el corazón de este pueblo, etc. al profeta sólo se le ordena predecir su ceguera, de la cual, por su obstinación voluntaria, ellos fueron la verdadera causa.

Y cuando leemos en San Marcos, que para los que están afuera, todas las cosas se hacen en parábolas, para que viendo, vean y no vean, etc. la palabra que no significa la causa, ni el fin, sino solo el evento y la consecuencia de lo que sucedería por la ceguera voluntaria de los judíos y por el justo permiso de Dios. San Mateo nos expone aquí las palabras del profeta, por las que parece claramente que fueron la causa de su propia ceguera; y que, por su obstinación, se habían hecho indignos de las luces particulares de Dios.

Porque el corazón de este pueblo (ver. 18.) se ha vuelto asqueroso ... y sus ojos han cerrado, etc. Por lo tanto, los judíos cerraron sus propios ojos, endurecieron sus propios corazones, lo que sólo Dios permitió. Ver Romanos ix. 18. & c. (Witham) --- Si esta ceguera fuera natural, entonces ciertamente les habría abierto los ojos para ver y entender, pero como esta ceguera es voluntaria, dice, que viendo no ven, y oyendo, no oyen; I.

mi. me han visto arrojar nuestros demonios, y dijeron: en Beelzebú él echa fuera demonios; oyeron que atraje a todos a Dios, y dicen: Este hombre no viene de Dios. Por tanto, puesto que afirman lo contrario de lo que ven y oyen, se les quitará el don de verme y oírme.

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