Por miedo a perder su reino, siendo extranjero, había obtenido la soberanía por la violencia. Pero, ¿por qué iba a alarmarse toda Jerusalén ante la noticia de un rey tan esperado y tan ardientemente esperado? 1. Porque la gente, bien familiarizada con la crueldad de Herodes, temía una esclavitud más irritante. 2. Por temor a los disturbios y a una revolución, que no podrían llevarse a cabo sin derramamiento de sangre, ya que los romanos tenían tan fuerte control. También habían estado tan agotados por las guerras perpetuas, que la servidumbre más miserable, con la paz, era para los judíos más un objeto de envidia que de desprecio. (Haydock)

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