No se desvíen los unos a los otros, (ni juzguen imprudentemente) hermanos. Aunque habló tanto contra los males de la lengua, les dio una advertencia especial contra el vicio de la detracción, tan común en el mundo, como también contra los juicios precipitados, que ocurren con tanta frecuencia donde hay disensiones y divisiones. Se puede decir que el que menosprecia, juzga y condena precipitadamente a su hermano, menoscaba y juzga la ley, en la medida en que parece condenar y condenar la ley, por la cual estos pecados están prohibidos; cuando, en lugar de obedecer y acatar la ley, se encarga de actuar como juez, [5] sin temor a la ley y a Dios, único legislador, que ha de juzgar todas nuestras acciones, y que es el único capaz de destruirnos, o de liberarnos y librarnos de los castigos que hemos merecido. (Witham)

[BIBLIOGRAFÍA]

Parens .... exterminabitur, griego: phainomene, aphanizomene.

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