Μὴ καταλαλεῖτε ἀλλήλων, ἀδελφοί, etc.: este hablar unos contra otros debe tomarse junto con juzgarse unos a otros; se trata de decidir quién está y quién no está observando la Torá ; algunos de los hermanos evidentemente se arrogaban el derecho de decidir qué constituía y qué no constituía obediencia a la Torá , y aquellos que, según la idea de los primeros, no guardaban la Torá , eran denunciados y criticados.

Dificultades de este tipo debían surgir constantemente en una comunidad de judeocristianos; si innumerables diferencias de opinión con respecto a las observancias legales eran características, como sabemos que lo eran, del rabinismo, era lo más natural del mundo que los judeocristianos difirieran sobre la medida en que consideraban que la Torá era válida. Unión. El escritor de la epístola encuentra fallas en dos aspectos; en primer lugar, el hecho de que los hermanos hablaran unos contra otros en absoluto, y en segundo lugar, su presunción de decidir qué era y qué no era observancia de la Torá .

καταλαλεῖ νόμου καὶ κρίνει νόμον : la razón por la cual hablar en contra y juzgar a un hermano equivale a hacer lo mismo con la Ley es porque la Ley ha sido mal interpretada y mal aplicada; la Ley había sido, de hecho, difamada; se había hecho pasar por algo que no era. No es, pues, un principio general lo que se establece aquí, a saber : que hablar contra un hermano o juzgar a un hermano es siempre necesariamente hablar contra la Ley y juzgarla; estas cosas son infracciones de la Ley, pero no necesariamente por ello denuncia de la misma; el punto aquí, como ya se señaló, es una difamación de la Ley haciéndola parecer algo que no era.

No es un principio general, sino un caso específico, al que se hace referencia aquí. εἰ δὲ νόμον κρίνεις, οὐκ εἶ ποιητὴς … κριτής : aquí nuevamente se trata de un caso específico al que se hace referencia; como principio general, la declaración sería contraria a los hechos, porque es posible dar un juicio sobre la Ley, en el sentido de criticarla, o incluso denunciarla, y aun así obedecerla; los rabinos discutían constantemente y emitían sus juicios sobre puntos de la Ley y, sin embargo, eran fervientes observadores de sus preceptos.

Cuando un hombre malinterpretó la Ley, y luego actuó de acuerdo con esa mala interpretación, y denunció a otros que no hicieron lo mismo, entonces él verdaderamente no era un hacedor de la Ley, sino un juez, y uno muy malo también.

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