Se multiplicarán sus dolores que se apresuran en pos de otro dios, tratando de colocar cualquier otra cosa al lado o en lugar del Dios verdadero, ya sea mamón, honor, orgullo, indulgencia lujuriosa o cualquier otro mal, resultado de esta necedad. siendo el intercambio que se incrementan las penas de los infractores. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, no sacrificará en su nombre, porque sus manos están empapadas de sangre, porque sus conciencias están cargadas de obras de sangre, ni tomarán sus nombres en mis labios, ni mucho menos favorablemente a los oídos de Dios. Renuncia a toda conexión con el mundo perverso, a todo lo que tenga incluso el sabor de la amistad con tales blasfemos. En cambio, se vuelve solo a Jehová.

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