"Y Juan también estaba bautizando en Enón cerca de Salim, porque allí había mucha agua".

Juan el Bautista no sintió que su trabajo había terminado porque Aquel a quien él señaló había venido, ni sintió la necesidad de convertirse en discípulo de Jesús (en el sentido técnico). La relación entre Jesús y Juan es informativa. Juan está feliz de seguir predicando, pero para 'disminuir' y volver a la gente a Jesús. Jesús, por otro lado, tiene cuidado de no desacreditar el ministerio de Juan, sino de trabajar junto a él. Ambos reconocen que cada uno tiene un propósito que cumplir en el servicio de Dios.

La referencia a "Enón cerca de Salim", un lugar oscuro, es una vez más evidencia del conocimiento personal del autor y de la base genuina de la narración. Se han realizado varias identificaciones pero no se puede obtener certeza.

Porque había mucha agua allí. La necesidad de mucha agua surgió del éxito de su ministerio. Llegaban grandes multitudes para bautizarse.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad