"Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta".

Luego llega a su conclusión final. Así como el cuerpo está muerto si no tiene espíritu (cuando el espíritu se ha apartado de él), así también la fe está muerta si no se puede ver vida, si no se ve que de él broten obras. Tal situación deja en claro que esa fe es totalmente improductiva y no es una fe genuina en 'el Dios que actúa' en absoluto. Está moribundo. La imagen es vívida. Se imagina mirando el cadáver, inmóvil y sin vida sin reacción alguna. Y luego agrega, y si la fe es así, que no produce reacción y no produce movimiento ni respuesta viva, entonces también está claramente muerta.

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