1 Timoteo 5:4

Piedad en el hogar.

I. El hogar debe ser seguro. Debe ser un santuario, donde no haya nada que dañar o destruir. Es un gran beneficio para toda la vida cuando el comienzo de la vida transcurre en una atmósfera de verdad y apertura, y nada es más desastroso que ese sistema de falsas amenazas y coacciones que hace que sus pequeñas víctimas sean incrédulas y supersticiosas, cobardes y astutas. Sea usted mismo justo, sincero, imparcial, facilitando que los demás digan la verdad, escuche ambos lados de la historia y tenga cuidado de juzgar con juicios justos. Y mantén fuera todo lo que tenga la tendencia opuesta.

II. Haz que tu hogar sea atractivo. El pájaro de la glorieta australiana tiene su lugar de juego, un curioso túnel de ramitas adornadas con conchas y guijarros y tiestos relucientes, a través del cual se deleita incansablemente con sus compañeros al moverse de un lado a otro. Y el hombre mismo es un pájaro enrejado; movimiento alegre, música alegre, objetos ligeros; cada niño tiene el amor de ellos, cada hogar debe estar lleno de ellos. Él es el buen Dios que da la alegría, y sería un demonio lúgubre que lo ahuyentaría.

III. Haga del hogar instructivo. Sea usted mismo inteligente; para las mentes circundantes, una presencia amable y de tono alto les da algo que pueden captar y que les impide pegarse al polvo.

IV. Haga del hogar una preparación para la vida y también una preparación para el cielo. La única mercancía con la que podemos contar durante la vida es el carácter; y por carácter nos referimos a todos aquellos elementos que entran en nuestra composición moral y espiritual: fe en Dios, reverencia, sumisión a su voluntad, amor a Cristo, disposición dulce y llena de gracia, beneficencia práctica, disposición para la alabanza y la acción de gracias. Mantenga la casa cerca del cielo. Déjelo mirar hacia la casa del Padre.

J. Hamilton, Works, vol. VIP. 503.

Referencias: 1 Timoteo 5:4 . GD Macgregor, Christian World Pulpit, vol. viii., pág. 198; EW Shalders, Ibíd., Vol. xiii., pág. 157; Homiletic Quarterly, vol. xi., pág. 277. 1 Timoteo 5:6 . Revista del clérigo, vol.

iii., pág. 208; Forsyth y Hamilton, Pulpit Parables, pág. 137. 1 Timoteo 5:8 . JH Thom, Leyes de la vida, segunda serie, pág. 210. 1 Timoteo 5:10 . JT Stannard, Christian World Pulpit, vol. xi., pág. 154. 1 Timoteo 5:17 .

Expositor, primera serie, vol. iv., pág. 47; El púlpito del mundo cristiano, vol. xxxii., pág. 186. 1 Timoteo 5:22 . E. Cooper, Practical Sermons, vol. iii., pág. 198.

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