Salmo 84:3

I. El primer punto de la analogía es el del descanso y el descanso en casa. La casa de Dios, la casa del Padre y el Hermano mayor, y todos los hijos, es, y debe ser por su naturaleza, un hogar. Todo el descanso y la comodidad necesarios se encuentran en él.

II. Libertad. Para el alma en la casa de Dios, como para el pájaro en su nido, hay una feliz combinación de descanso y libertad. Un nido no es una jaula. Hay reposo en la verdad revelada en Cristo, en un Dios reconciliado, en la santidad; pero existe la libertad de un espíritu que mora en ellos porque son siempre verdaderos y reales para él, y que sale con libertad para buscar y encontrar todo lo que sea de alguna manera bueno o verdadero.

W. Morison, Christian World Pulpit, vol. xiv., pág. 143.

Referencias: Salmo 84:3 . H. Macmillan, The Olive Leaf, pág. 119; Spurgeon, Mis notas del sermón: Génesis a Proverbios, pág. 154; Linterna del predicador, vol. ii., pág. 496. Salmo 84:4 . Preacher's Monthly, vol. ii., pág. 283; G. Brooks, Outlines of Sermons, pág. 252. Salmo 84:5 . A. Scott, Christian World Pulpit, vol. xx., pág. 205.

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