Porque es necesario que muramos, y [somos] como agua derramada por tierra, que no se puede volver a recoger; ni respeta Dios a [ninguna] persona; sin embargo, concibe medios para que los desterrados no sean expulsados ​​de él.

Ver. 14. Porque tenemos que morir. ] Este es su segundo argumento, ya que los tenía listos acuñados en su mano tanto para la materia como para la forma, y ​​puestos en su boca por Joab, y es este: Está establecido que todos los hombres mueran una vez: tú eres mortal, aunque un rey Amnón ya está muerto y ya no se ha recuperado, ya que el agua se derramó sobre el suelo, que no se puede volver a recoger. Absalón está muerto en la ley, y si continúa en el exilio, es probable que muera de dolor; o si es cortado por su fratricidio, ¿qué harás por un sucesor idóneo? y ¿qué será del bienestar público? ¿No irán todos a la ruina y la ruina? ¿No se apagará por completo nuestro carbón, aún vivo? ¿Por qué, pues, habrías de ser tan duro contra tu hijo Absalón?

Dios tampoco respeta a nadie. ] Pero sea rey o cautivo, debe morir; todos llevamos nuestras preciosas almas como agua preciosa en un vaso quebradizo, o como una vela en un farolillo de papel, que pronto se apaga. Por tanto, no es más que una razón para pensar en un sucesor, y así proveer para el público. La idea de la muerte es terrible para los grandes. La reina Isabel no pudo soportar oír hablar de ello.

Ella frunció el ceño a un buen obispo por recordarle su gran edad en un sermón, y el año culminante (63 años) de su vida, que sucedió en ese momento, y le puso en problemas. Pero esta mujer de Tecoa estaba en un tema agradable y podría decir cualquier cosa. Algunos interpretan este texto así: Neque vero solet Deus vitam eripere, Dios no suele quitar la vida a quienes la han perdido, porque entonces ¿qué había sido de ti por la matanza de Urías? a - Mavult enim parcere supplicibus quam sontes plectere; no se deleita en la muerte de un pecador, sino que piensa cómo salvarlo: ¿y no harás tú, señor, algo semejante? ¿No será su oficio y honor expresar a Dios al mundo, ya que representa a su persona?

a Regem ad recordationem Uriae non nisi timide et tecte revocat. - Castal.

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