Porque es necesario que muramos, y seamos como agua derramada por tierra, que no puede volver a recogerse; ni Dios hace acepción de persona alguna; mas él idea medios, para que sus desterrados no sean expulsados ​​de él.

Nosotros... somos como agua derramada sobre la tierra... Las metáforas son sugeridas por sentimientos naturales, o se originan a partir de peculiaridades locales. En los países orientales nada es tan valioso como el agua; y de ahí la expresividad de la frase en la boca o en el oído de un hebreo o nativo de Oriente.

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