Y por mí, para que me sea dada expresión, para que abra mi boca con denuedo para dar a conocer el misterio del evangelio,

Ver. 19. Y para mí ] Hay que orar especialmente por los ministros, para que tengan una puerta no sólo de expresión, sino de entrada al corazón de los hombres, y así puedan salvarse a sí mismos ya los que los escuchan. Al orar por tales, oramos por nosotros mismos.

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